Hay muchos tipos de cultura, pero sólo uno sacia de manera literal el hambre del curioso o del sabio; la gastronómica. Pueden criticar nuestro sistema financiero, reírse de nuestra inversión en I+D o jactarse de tener más petróleo que nosotros, pero ningún país podrá jamás ni tan siquiera acercarse a las bondades culinarias de la cocina española. Tan amplia y variada como su geografía, merece horas de metraje, ríos de tinta, infinitos discursos. Pero los hay exigentes y sin tiempo, amantes del "todo en uno" que suspiran por reunir en un mismo punto un excelente resumen de cómo nos la gastamos los españoles en esto del comer. Avisad a vuestro estómago; su cita más importante del año ya está aquí, durante un par de días más, convirtiendo la capital de España en la mundial de la cocina. Ven a IFEMA y degusta el "Salón del Gourmet".
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| Imagina qué se puede hacer con semejante trufa. |
Por 50 euros, 25 para los que compraron por adelantado, uno confía en salir rodando de un salón que presume de acoger las mayores exquisiteces para el paladar. Bueno esto no es exacto. El "Salón del Gourmet" en realidad es una referencia para todo profesional que busque distribuir un determinado producto, pymes que buscan proveedores, gente con potencial económico y laboral pero falta de ideas en persecución de una brillante idea, etcétera.
El asunto particular queda relegado a un segundo plano, lo cual no quiere decir que si acudes allá en calidad de curioso gastronómico no salgas con un zigzagueante paso, no sé si me entiendes. Lo diré de otra forma: en lo que respecta al vino, entre el "Túnel del vino" -con todos los tipos de uva cultivada en España- y los numerosos expositores del líquido favorito de los romanos podrás dar cuenta de la extensa vinacoteca española. Por mencionar algunos, el más dulce de "Bodegas el Grifo", ubicadas en Lanzarote, resulta asequible para el paladar menos habituado. Si eres un enólogo de pro, prueba en el expositor de "Bodegas Pinna Fidelis", tintos salidos de Peñafiel y que no engañan sobre la maravillosa uva de la que proceden.
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| La planta de Aloe Vera ¡ahora también se bebe! |
Si eres amante del alcohol pero no del derivado de la uva, algunos expositores te ofrecen otros "entretenimientos espirituosos" como el morujito -mojito con orujo en lugar de ron- de Panizo e incluso, fuera del terreno alcohólico y dentro del más saludable, las bebidas basadas en Aloe Vera de "Lanzaloe": una cucharadita por las mañanas y la versátil planta hará de las suyas -todo bueno- en nuestro organismo. Sea como fuere, nuestro cuerpo corre el riesgo de sucumbir ante tanta "diversión" si no llenamos el buche, aquí es donde entran en juego los jamones y quesos -los reyes de la feria-, las catas de aceite y las de mermeladas -probad "Las Doñas", con sabores únicos y exclusivos en el mercado y 100% artesanales-.
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| Ahí estaban los de 'Migueláñez' para endulzar la visita... |
Escasa presencia de dulces y caldos -no dejes de visitar el stand de Aneto- y casi inexistente de dulces y repostería -salvo un par de chocolaterías y el rey de las "chuches", Migueláñez-. Pero tres pabellones del IFEMA dan para mucho y, claro, aún hay más: hueco para Japón -país invitado- y productos internacionales como los franceses e italianos. En el rincón de nuestros vecinos del mediterráneo recomiendo encarecidamente el expositor sardo llamado "TiPiCo", con productos y elaboraciones típicas de las cocinas de Cerdeña presentados por autóctonos. Imperdible para los poseedores de un restaurante italiano, amantes de este tipo de cocina y virtuosos de la gastronomía extranjera. Incluso si ya tienes todo pensado o montado y te falta una presentación a la altura de tu sobresaliente producto, encontrarás varias propuestas en empresas como "LuxePackagingIbérica", con un extenso catálogo de packaging para rematar tu producto como merece.
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| Los 'Pinna Fidelis' sorprenden por su intenso pero suave sabor. |
Por último, el que se ha convertido un año más en uno de los expositores más atractivos de toda la feria, con permiso del que mostraba una trufa negra de medio kilo: "Cecinas Pablo". 35 kilos de cecina de vacuno cuelgan y dan vueltas exaltando sus bondades a los asistentes, a los que invita a fotografiarse a su lado para demostrar a los amigos que envíes la imagen cuán enorme es el producto de esta factoría. Empresa que nació en el sótano de una carnicería de Astorga y que demuestra cómo la constancia y el esfuerzo por una mejora continua puede resultar en una empresa de más de 40 empleados, presente en 21 países y que facturó el pasado año más de 7 millones de euros. Y todo ello con cecinas.
El secreto, según nos explicaron, es el impulso desde el primer minuto de un departamento de investigación sobre las propiedades, el cuidado e incluso el corte del considerado como hermano feo del jamón. Date una vuelta por su expositor y comprobarás lo equivocados que estamos, amén de la maestría en el corte de Óscar Martínez, traído a la feria exclusivamente para demostrar la fuerte influencia del corte en el sabor final.
Además de todo lo escrito, insisto, esta feria se dirige mayormente a profesionales... mi consejo es que mientras ellos negocian, vosotros gocéis con los manjares españoles y mundiales. En muchos casos tendréis la oportunidad de comprarlo in situ y daros el gustazo de que, pese a la escasez de la crisis, lo poco que el español se lleva a la boca es de calidad. "Salón del Gastrónomo" le llamaría yo, y ya terminamos de vivir bajo el manto de la voz francesa gourmet.
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- Las cecinas de casi 40 kilos, además de la foto, tienen una cata obligada.
- Viva el vino y, sin ánimo de que te la den con queso, no te pierdas tampoco estos productos lácteos.
- Un mundo de oportunidades para el emprendedor, el proveedor, el distribuidor...
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-¿Dónde? IFEMA. Pabellones 2, 4 y 6. https://www.gourmets.net/salon/
-¿Cuándo? 10, 11, 12 y 13 de marzo. De 10 a 19 horas.
-¿Cómo? En coche, hay parking de pago en las instalaciones del recinto ferial. En Metro, L8 (Campo de las Naciones).
-¿Cuánto? 25 euros si la adquiriste por adelantado, 50 euros en taquilla.
Jesús Clemente Rubio