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El lazarillo de Tormes - El Brujo: El actor que devoró al personaje

El Brujo Lazarillo de Tormes Smedia

Junto con El Buscón, el Lazarillo de Tormes es el más fiel reflejo de la España y el español medio del siglo XVI: tejiendo las más intrincadas tretas para sacar el máximo provecho de cada situación a cambio del mínimo esfuerzo. O lo que es lo mismo, ser pillo y bienaventurado por el pan para hoy estando condenado a un hambre para ayer, hoy y mañana y un infortunio constante. Y a ello asistimos prestos al teatro Cofidis: a deslumbrarnos con el ingenio de la anónima pluma que relató las aventuras del lazarillo más famoso y revisar las anécdotas con sus variopintos amos. Lo que nos encontramos fue una obra tan genial como plagada de licencias, que quizá despierten murmullos entre los más puristas pero que arrancará al resto una carcajada tras otra. Más allá de ser fiel o no a la obra y darnos gato cómico por liebre dramática, "El Brujo" se encarga de justificar toda inversión gracias a otra soberbia interpretación.


No le gustan las críticas o, mejor dicho, ya no atiende tanto a ellos tras ciertos hechos acaecidos en sus actuaciones -y que os relatará con un humor y técnica insuperables-. He ahí el aspecto más reseñable de la obra: acaba siendo devorada por las licencias del intérprete, lo cual puede decepcionar al que acuda en busca de una revisión fiel y completa de la novela y sorprender y entusiasmar a los que cautive el ingenio de "El Brujo" amén de curiosidades y autos repletos de gracia y arte.

Yo sin embargo, me quedo con la primera parte de la obra. La que viene dada por alguna que otra referencia moderna, que sirve al público casi más para localizar la obra que para distraerlo de ésta. Me guardo la primera historia sobre el ciego y sus réplicas que llenaban la sabiduría de Lazarillo pero mantenían vacío su estómago; con algunas oraciones para enmarcar, sacadas del libro, pero engrandecidas por la tonalidad, cadencia y puesta en escena del actor; por la picaresca en estado puro. El resto es humor más explícito, del monologuista actual, salido -que no sacado- de la obra original y que definitivamente abandona ésta en pro de denuncias y lemas proclamados por el actor, no por el personaje. Así que ya sabes, si buscas una reproducción teatral fiel a la novela, esta no es tu obra... para todo lo demás, sin duda, es una de las propuestas imperdibles del Grupo Smedia y, una vez más, insisto: especialmente por "El Brujo", genio sobre tablas que no sólo se aleja del autobombo constantemente en la actuación, anticipando además las mencionadas licencias, sino que se acuerda de traer a otros que ya se fueron, igual o más grandes, como Don Fernando Fernán Gómez.



otiuMMaximus

- Rafael Álvarez "El Brujo". De ese reducido elenco de actores que tienes que ver al menos una vez en la vida. Maestro.
- El primer acto es sublime para los amantes de la novela original.

- Las licencias, aunque muchas para mi gusto, están bañadas y envueltas en un humor y atractivo que las justifican.



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-¿Dónde? Teatro Cofidis. Calle Alcalá, 20. 91 532 06 16 www.gruposmedia.com
-¿Cuándo? Lunes a las 20:30 horas.
-¿Cómo? En coche las mejores opciones son aparcar cerca de El Prado o bien el parking privado pegado a la alternativa pública, el Metro de Sevilla (L2). 
-¿Cuánto? Desde 20 euros.

Jesús Clemente Rubio