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Real Madrid - Valladolid: El Bernabéu vuelve a divertirse


Imaginación al poder. A costa de la contención de Kedhira, Ancelotti colocó a Xabi Alonso, Modric e Isco como cerebro de tres hemisferios del equipo blanco. Y tres cabezas piensan mejor que una, y 6 piernas juegan mejor que dos. Enfrente esperaba además un "sparring" cuya espera y falta de ambición le ha valido esta jornada para asomarse al infierno de Segunda División. Así las cosas, el Real Madrid lució músculo, creatividad, y retornó la diversión a un Bernabéu medio vacío.

A los quince minutos las estadísticas ya mostraban media docena de disparos a puerta incluido uno al larguero. El Madrid acosaba la portería de Mariño pero lo hacía quizá con la prisa del depredador que encuentra primero a una presa fácil: pases largos a las bandas para aprovechar la velocidad de Di María y la potencia de Bale, lograr el pase al área o, en su defecto, el disparo desde fuera. El Madrid tocaba, pero no hundía. De las tres cabezas de la hidra merengue tan sólo asomaba una: la verticalidad de Alonso. En cuanto las otras dos aparecieron, el Bernabéu también despertó, se ilusionó y, por primera vez en mucho tiempo, se divirtió y jactó del espectáculo ante sus ojos de principio a fin.


El malagueño siempre va al trote, casi renqueante, como vaticinando un súbito cambio de ritmo que nunca llega. Y así, a trompicones provocados y llenos de calidad, logra salirse con la suya, ya sea en el pase, el disparo o el regate. Modric es su complemento directo y perfecto para las habilidades rasas y profundas de Alonso; lo del croata es el pase fino y con el exterior por arriba, habilitando al delantero en una posición que ni siquiera el receptor imaginó y que, sin embargo, le habilita y deja solo. Como en el discutible fuera de juego de Di María que bien pudo habernos dejado la manita. Minutos antes, en el 33, el argentino disparó y su rechace lo aprovechó Gareth Bale para abrir la lata. Ahora sólo faltaba comerse los mantecados pucelanos.

Fueron cuatro al final. La bestia galesa ya no sólo irrumpe con potencia por la banda, descoloca a los defensas o arranca pases complicados; ahora se lleva el balón a casa hat-trick mediante. Antes de su segundo tanto llegó el primero y, sorprendentemente, único de la noche de Benzemá. Sorprendente porque el francés estuvo más activo que nunca; en el 29 un disparó algo desviado supuso el suspiro del público, que ya no pita sino que contiene el aliento ante una acción del 9 del Madrid. Participativo incluso al iniciar contragolpes de libro, que hubo unos cuantos, como el del minuto 30 en el que primero centra a Isco y éste, en otra genialidad, deja a Di María en un mano a mano que resuelve Mariño desviando a córner. Nada pudo hacer poco después ante el testarazo de Benzemá que hacía el 2 a 0.

Isco volvió a dar todo un recital ante su afición.
Con Di María desbordando, Benzemá arrastrando defensas, Modric y Alonso agujereando las líneas del centro del campo del Valladolid por tierra y aire e Isco dando todo un recital, la recompensa no tardaría en llegar de nuevo. Y lo hizo materializando todo lo anterior en una jugada de triangulaciones con Marcelo de vértice que, en pocos pases precisos y llenos de paciencia, le dejaron rematar al 11 blanco a bocajarro. Y ya en la recta final del partido, a imagen y semejanza del primer tanto, Bale completaría su tripleta tras rechace por disparo de Di María.

El resto es historia, que dirían algunos, pero digna de contar. Digna la aportación de Morata y Jesé que tuvieron 30 minutos para demostrar, una vez más, que cuando alguien sueña desde la cuna con jugar en el Madrid el arrojo y la lucha en el campo están asegurados, amén de destellos de calidad como el enésimo remate del canario a la media vuelta a lo Vieri. Digno Isco, vestido de Oliver y capaz de driblar al más pintado y, sin embargo, levantando siempre la cabeza en busca de completar su serie de regates a los conos vallisoletanos con un pase en profundidad. Y superior Di María, que en el minuto 87 protagonizó la última jugada individual del partido con una carrera de varias decenas de metros que a punto estuvo de tener final feliz.

El Madrid conecta bien, apela a la calma desde el primer pase y su campo hasta el disparo en la portería contraria empleando los pases justos y correctos. Mueve sin abuso, avanza sin descanso. Habrá que verle ante un equipo en el que no sólo brille uno de sus jugadores (Bergdich), pero sin duda la maquinaria está engrasada y Ancelotti, por fin, la está sacando brillo, consiguiendo incluso traer de vuelta las ovaciones a Benzemá. Jugadas como la del gol anulado al delantero galo -auténtica lección de fútbol-, el pase bombeado y con el exterior de Modric a Di María -difícil hasta en los videojuegos- y cada detalle de Isco hacen que el Bernabéu, aún siendo el cementerio que claman los "Ultras Sur", vuelva a divertirse. Y ¿qué es el fúbol, aparte de negocio y marketing desde hace unos años, sino diversión?

otiuMMenester

- El Atlético de Madrid sigue imparable en juego y resultados. El 0-2 al Elche, con Diego Costa mandando callar al estadio en el segundo tanto, le sitúa colider tras el pinchazo del Barcelona en Bilbao (1-0).
- El Real Madrid sigue tercero a tres puntos de la cabeza.
- El Getafe (7º) se impuso al Levante por 1 gol a 0 y el Rayo (17º) empató a 2 en casa del Betis y abandona los puestos de descenso.

Jesús Clemente Rubio