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Mercado de Isabela: 'Delicatessen' para todos

Si echamos un vistazo al refranero español, tan sabio como cualquier abuelo/a, encontramos cosas como "en la variedad está el gusto" y "pa´gustos, colores". Bien, colorido y sin duda con gusto es nuestra recomendación de hoy, un mercado fuera de lo común -no obstante la etiqueta de "Gourmet" en el nombre- que anticipa un público elitista y selecto. Lo bueno es que, a base de un indiscriminado buen y cercano servicio y unos puestos diferentes y de calidad, todo público y bolsillo se sentirá como en el tradicional mercado de su barrio, en pleno Paseo de la Castellana y a cualquier hora del día. Tu respiro en la capital se llama Mercado de Isabela.


Hay quien destroza un jamón al cortarlo.
No es su caso.
Y es que el local, discreto en la entrada pero repleto de banquetas, mesas y sofás distribuidos de una manera liviana, crea una atmósfera ideal para que, desde mediodía y hasta que tu cuerpo aguante -fines de semana hasta las 2 de la mañana- te tomes ese descanso que tanto necesitabas. Nuestro reto es fácil: déjate caer por allí y si ya desde la misma recepción don Carlos -guía y gurú del mercado, figura que se agradece- no logra despertar tu curiosidad hablando de los más de 20 puestos del mercado o de las múltiples especialidades, siempre podrás irte... aunque no lo harás sin, al menos, tomarte un buen vino en el apartado destinado a ello.


El puesto de pastas luce así de apetitoso.
Porque como buen mercado, Isabela presume de especializarse en todo lo que ofrece: hay puestos de tortillas, de pinchos -inolvidable el jamón serrano-, de carnes -dimos cuenta de una deliciosa presa ibérica-, verduras, empanadillas, dulces... Todos perfectamente dispuestos, ordenados y presentados, por lo que podríamos decir que Carlos es el maestro y los alimentos las ceremonias. Sentado en cómodas banquetas y sofás o de pie en las mesas altas, un aperitivo o una comida abundante -prepara entonces la cartera, claro-, aquí siempre será bienvenido el madrileño o el visitante ávido de la buena comida, o de una charla agradable entre tapas y vinos, o, sencillamente, un grupo de amiguetes en busca de las primeras risas y copas de la noche.

Tranquilo, siempre habrá un hueco para ti. Incluso en las horas de mayor trasiego -especialmente las tardes y noches de los fines de semana-, el mercado distribuye con acierto sus casi 20 puestos a lo largo de 2 plantas, seguro que en alguna de ellas encontrarás sitio y un bocado apetitoso. Para los más sibaritas y clásicos, existe una tercera planta con restaurante, de idéntica calidad y, claro, un precio medio más elevado (40 euros por persona).
Empanadillas de codorniz y presa ibérica con salteado de verduras. ¡Qué hambre!

Volvemos al sabio conocimiento popular que señala que "sobre gustos no hay nada escrito"; quizá sí, y en la carta del Isabelina podéis leerlo. En caso contrario, encontraréis a alguien que lo haga por vosotros porque, os garantizo y el hecho lo merece, la atención al cliente es el valor añadido más importante de este local, por encima de la oferta culinaria. Y ésta es espectacular.

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- La presa ibérica. Nos encantó.
- El servicio. Te harán sentir un jeque, gastes lo que gastes, seas quien seas.
- La figura del recepcionista y guía. Algo que falta en locales de este tipo como, por ejemplo, el Mercado de San Miguel.

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- ¿Dónde? Mercado de Isabela. Paseo de la Habana, 3. 28036, Madrid. 91 562 71 83.
- ¿Cuándo? De D a X, de 12 a 12. De J a S, de 12 a 2. Ininterrumpidamente.
- ¿Cómo? En Metro, L6 y L10 (Nuevos Ministerios). En coche puedes aparcar en el mismo Paseo o en las paralelas (incluso en Concha Espina).
- ¿Cuánto? Hay pinchos desde 2 euros hasta pequeñas raciones de 3 euros y medio, pero también existen "packs ahorro" con 4 pinchos por 8 euros, por ejemplo. Refresco o copa de vino a partir de 3 euros.

Jesús Clemente Rubio